dimecres, 29 d’abril del 2015

NEPAL 2015

Collage; Font: Flickr.


Dos ciudades, dos mundos, un punto de color.


Las desgracias no siempre afectan a los pobres; simplemente estos están desamparados y a merced de las circunstancias; mientras, los sobreprotegidos poderosos, hacen minutos de silencio a las puertas de las instituciones que perpetúan su cómoda realidad. Extremismo. Cuando un grupo de ciudadanos, llevados por la pasión de la injusticia, pretenden alcanzar los lugares de poder, para hacerse visibles y expresar fragrantes desigualdades, ya sea en el congreso de los diputados, en el parlament català o a las puertas del hotel donde se “celebra” la reunión del G-7, siempre, sin discusión, estos ciudadanos son tildados por los medios de comunicación y por los estamentos de poder como radicales y extremistas; ¿Qué hay más extremo que el 90% de la riqueza esté en manos del 10% de la población? ¿Qué hay más radical que perpetuar las diferencias entre ricos y pobres y achacar las desgracias a la diosa fortuna? Perverso uso de las palabras; esas palabras que dirigen hacia aquellos que luchan por cambiar un mundo injusto para que nadie las use para definirlos a ellos. ¿Quiénes son realmente extremos?, ¿quiénes acentúan la radicalidad?, ¿quiénes polarizan el mundo? sean quienes sean, seguro que no están en Nepal...ni a orillas de Lampedusa.....ni en el Yemen.......ni en los cajeros de madrugada..........

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